sábado, 27 abril 2024

Sacrificio sin salida

Esta crónica podrá parecer a quienes la lean algo exagerada y pesimista, incluso alarmista, pero vivo hace décadas en Concón, parte limítrofe del área en conflicto, llevo años siguiendo el proceso de contaminación del territorio. Se disponen de carpetas y carpetas de noticias, eventos, investigaciones, constataciones en terreno, historias de vida, mediciones, que demuestran el sacrifico de un territorio que hace poco más de medio siglo y por siglos anteriores, era un paraíso todo el año.

Todas las semanas algún derrame, escape de gases tóxicos o intoxicación de ciudadanos de Quintero, Ventanas, Puchuncaví, nos sacude en la prensa y ya lo vemos como normalizado, vemos como se arruina el presente y futuro sobre todo de niños y niñas de nuestro pais.

También continuamente, cosa de leer la prensa, la justicia, los gobiernos y el congreso de la república, sancionan, emiten juicios, revierten fallos, cambian las normas, suben los límites, hacen vista gorda y prometen soluciones parche sobre un asunto de vida y muerte, que se cruza con los poderes del dinero las demandas de energía, metales, gas, todo para el estado de bienestar de ciudadanos de la república que NO VIVEN ALLI.

Con todo lo cotidiano de este desastre, definido ambientalmente como una zona de sacrificio:

Hoy

*La zona de sacrificio sigue funcionando.

* Siguen los derrames, escapes y contaminación, esto es, además, acumulativo.

* El territorio está inevitablemente ya contaminado, desde hace años, en lo profundo de sus suelos, sus aguas, sus vegetales, sus seres vivos, las aguas de la bahía, su aire, una contaminación tan arraigada a los elementos del paisaje, que costaría años erradicar.

*Vivir allí, radicarse allí, es un suicidio informado a mediano plazo para cualquier vida.

* Criar niños allí, sabiendo las condiciones toxicas irremediables, podría ser a la larga infanticidio.

*El costo posible de remediar el territorio profundamente, por mucho tiempo, sin habitantes, es mucho mayor que el dinero ganado por terceros durante más de 70 años sacrificando el territorio.

¿Serían capaces de vivir allí todo el año y criar sus hijos, los accionistas y directivos de esas empresas?

¿Serían capaces de vivir allí todo el año y criar sus hijos, los diputados y senadores que han intervenido e intervienen en este caso?

¿Serían capaces de vivir allí todo el año y criar sus hijos, los funcionarios de ministerios, los jueces, los abogados y especialistas, que en tantos años no han logrado nada para revertir el drama de tanta gente?

Pues evidentemente NO, ni aunque los obliguen. Porque todas y todos saben que el territorio y el maritorio, aunque salgan hoy las empresas, ya está envenenado, fue ya sacrificado y seguirá por mucho tiempo en ese estado.

Además, está claro que el asunto no se resuelve deteniendo la producción, ni pagando multas, ni mejorando los estándares, ni cerrando los más contaminantes, ni pidiendo perdón, ni siquiera demoliendo todo el parque industrial, porque el suelo ya hace años está profundamente contaminado con plomo, cadmio, sulfatos, carbón, hidrocarburos de todo tipo, las aguas subterráneas y todas las escorrentías que quedan también están contaminadas por el mismo suelo, el aire acarreará por años el polvo contaminado y el océano costero también ya está contaminado y por el tamaño y movilidad del mismo, al menos tiene alguna oportunidad.

Por eso la hemos llamado persistentemente, a pesar de las negaciones y oposiciones: ZONA DE SACRIFICIO, ha sido sacrificado profundamente el territorio. Hoy en día, responsablemente, debiera ser declarado no apto para habitar, cultivar, pescar, ni criar. A ver quién se atreve a decirle esto a la gente que lo habita cotidianamente, es más, sin que los culpables (finalmente el Estado más culpas privadas) se hagan hipotéticamente cargo de trasladar a un sitio semejante, (limpio, con playas, buen clima, bello, fértil, frente al mar), a esas familias que por generaciones han vivido allí, muchos viendo reducida su esperanza de vida, enfermado y muerto durante años, debido a las condiciones inhumanas a los que las ha sometido su propio país.

Energía eléctrica, carbón, gas, petróleo, cobre, oro, trabajo para algunos cientos, para asegurar las buenas, o mejores condiciones de vida del resto de los chilenos. A un precio y cinismo inconfesables.

 

Crédito imágenes: Foto publicada en Revista Observatorio Económico N°167, Universidad Alberto Hurtado_2022

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Ciclista otoñal, abuelito de nieta y nieto, compositor, cantante popular, pintor vigente, abuelito de nieta y nieto, 6 perros rescatados, dibujante de comix y caricaturista con obra, vago antártico, feministo, Ingeniero electrónico, magister en ciencias del desarrollo local, doctorando infinito, académico de Arquitectura, director de la unidad de Arquitectura Extrema UTFSM, Presidente del directorio de Fundación TERRAM para el desarrollo sustentable, Miembro del Foro de Altos Estudios Sociales de Valparaíso, fellow de ASHOKA emprendedores sociales globales, SCI Solar Cookers International, Columnista impenitente, diseño y construcciones barrocas andinas, militante de las ciudades comestibles, ambientalista jamás ecologista, conferencista de la pomada marciana. Judoka retirado, Duque de Concón, ex ciudadano de Lovaina la Nueva. 34 libros agotados...y contando.

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